El Decreto Ley 9/08 (el nombre técnico de la provisión de dinero público para paliar la crisis mediante la inversión en diversas obras), aparte de dejar el centro de la ciudad como Sarajevo después de la última guerra balcánica financió el año pasado 161 proyectos en la ciudad, que reportaron más de 57 millones de euros a las arcas locales a través de los Fondos FEIL ( de inversión local). Por su parte este año se llevaron a cabo los fondos FESL (de sostenibilidad), basados en el Decreto Ley 13/09 de 27 de octubre. 35.183.862 de euros se invertirán en diversas obras en toda la ciudad.
En lo que respecta a la cultura -a la que irán destinados entre unos y otros fondos más de cuatro millones de euros (4.109.491)- sin duda la iniciativa de más relumbrón ha sido la remodelación del Teatro de la Axerquía. En la demolición de la estructura previa, la urbanización de los terrenos resultantes y las restantes obras de jardinería el Estado destinó 1.260.000 euros a través de los fondos FEIL y 650.000 de los FESL para la colocación de asientos. El resultado es plenamente visible y el recinto ya alberga con regularidad eventos (eso sí, en primavera y verano dada su condición de teatro al aire libre).
La Arqueología también se ha llevado un buen pellizco. La construcción de la pasarela sobre el yacimiento de Cercadillas fue sufragada con 750.000, 32 euros, mientras que 150.000 se han presupuestado de los FESL para la conservación y mejora del Anfiteatro Romano.
De entre los diversos museos de la ciudad, el más beneficiado con diferencia ha sido el Julio Romero de Torres. 150.000 euros costará su nueva iluminación, casi lo mismo que lo destinado a mejorar su accesibilidad (106.867). 191.820,04 se destinará a embellecer su fachada. Su revalorización es una de las apuestas más firmes hacia la Capitalidad.
391.545,09 euros han sido necesarios para emprender la rehabilitación del Centro Documental de Arte y Arquitectura Contemporánea Pepe Espaliú, mientras que 150.000, 06 fueron a parar a diversas obras en centros socio-culturales. Todos fueron fondos FEIL.
Otras inversiones en cultura recogidas durante 2009 fueron los 20.880 que fueron a parar al Museo del Molino de Martos; los 4.488,04 dedicadas a la protección de la exposición al aire libre El Bosque de Piedra y los 3.891,80 que supusieron la instalación de Red Wifi en varias salas de Congresos de la capital.
La cultura a nivel de barrio también se vio beneficiada por la última provisión de fondos. 280.000 euros irán destinados a la reforma en el espacio escénico en el centro cívico de Trassierra para realización de actividades culturales.
El concejal de cultura Rafael Blanco valora muy positivamente la respuesta ministerial a sus peticiones: “Estamos muy contentos porque todos los proyectos que hemos presentado en materia cultural ya han sido aprobados para el 2010 por el Ministerio”. También están en marcha “los procesos de licitación de las obras y su realización en los plazos previstos”. Un esfuerzo que contribuye, según Blanco, a “completar infraestructuras importantes para la ciudad”.
El concejal resalta tres proyectos a tres niveles muy distintos: “la colocación de los asientos que ya tenía en el proyecto original el Teatro de la Axerquía, que nos permite culminar una de las más importantes infraestructuras de la ciudad y que mejora en confort y calidad”; las “tres actuaciones muy importantes sobre el Museo Romero de Torres, que es uno de los pintores más valorados y se mejorará la iluminación y mejorará su fachada y los temas de accesibilidad tanto del Alcázar como de este museo” y, “ dirigido a los barrios” que “el centro cívico de Trassierra cuente con una nueva sala para las actividades culturales y así conseguimos que una barriada de la periferia vaya completando sus equipamientos en materia cultural”.
Una ayuda que, en cualquier caso, “servirá para completar otras inversiones que ya a nivel del presupuesto municipal estamos haciendo en obras como la del Anfiteatro Romano”.
Cuando se habla del Plan E de Zapatero a casi todo el mundo le vienen a la mente las incómodas obras que han convertido las calles de España en una tortura de polvo y cascotes. Esos fondos, que tienen por objeto aumentar la inversión pública en el ámbito local mediante actuaciones a corto plazo, han dejado también algunas repercusiones positivas en el panorama cultural cordobés. El acierto del Teatro de la Axerquía, cuyos conciertos al aire libre suelen agotar el papel conforme se acerca el verano, y la potenciación de un museo como el Romero de Torres no bien conocido por la ciudad son dos buenas muestras de acierto en la inversión. Habrá quien diga que hay otras necesidades más perentorias, que todo obedece a una política de Panem et Circenses. Pero, en cualquier caso, como tampoco es que en Córdoba se reproduzcan los panes en Cultura como en el Mar de Tiberiades, la ciudad acoge con agrado cualquier inversión pública.